Se usa cuando alguien hace algo de forma rústica, brusca o sin mucho cuidado, como a lo salvaje, sin delicadeza ni técnica. Es ese estilo de compadre del monte que resuelve todo a las patadas y con alambre. A veces funciona, a veces queda peor, pero la actitud es bien campesina y sin mucha fineza, que también tiene su encanto.
"El vecino se puso a reparar la moto a lo lobo con un alambre y un martillo, y ahora esa vaina bota humo hasta cuando está apagada."