Palabra comodín del chileno: puede significar tipo, persona, amigo, imbécil, etc. Según el tono y la confianza puede sonar súper cariñoso o bien ser un insulto bien pesado. Es de esas palabras que el chileno mete en cada frase sin darse ni cuenta.
"Weón, anoche quedaste tan raja que te fuiste con la micro equivocada y apareciste en la punta del cerro"
Palabra usada para describir a una persona que logra salir de situaciones ridículas con la excusa más inverosímil pero efectiva al mismo tiempo, como si tuviera habilidades diplomáticas sobrenaturales.
"Resulta que el weón de Luis convenció al profesor de que su perro se comió la tarea dándole un discurso sobre el potencial digestivo canino y le creyó ¡ja!"
Un término usado para describir a alguien que pone excusas ridículas por ser flojo, lento o distraído al extremo.
"Ese weón siempre llega tarde al carrete y culpa al wifi por haber olvidado dónde era."
Expresión para referirse al compa que siempre anda atrás del último chisme como si fuera reportero de farándula, necesitando saber el chisme hasta del gato que vive en la esquina.
"El weón de Juan llegó corriendo a contarme que le quedaba muy bien su nuevo peinado, pero yo sólo quería saber por qué rompieron los narizonális."
Término para referirse al amigo que siempre ofrece consejos, a menudo ridículos o innecesarios, porque cree que su vida es una telenovela llena de sabiduría. Es un Dalai Lama pero en versión barrial.
"Viste al weón del Manu, diciéndome que medite cuando estoy pidiendo ayuda para acordarme dónde dejé las llaves. ¡Este tipo piensa que sabe más que Google!"
En Madrid, 'weón' se refiere a esa persona que tiene un imán para atraer situaciones surrealistas; el tipo al que todo le pasa y nadie más comprende cómo. Un compendio viviente de cuentos insólitos.
"Pensaba que exageraban hasta que conocí al weón de David: ayer estaba en una cola del cine y acabó accidentalmente haciendo karaoke sobre roller skates movido por un flashmob."
Usado para describir al amigo que, sin falta, siempre se cuela en los planes más insospechados y acaba siendo el alma de la fiesta o el caos extremo. Es experto en crearse su propio protagonismo donde menos lo espera nadie.
"¿Te enteraste del weón de Salva? Se coló en una boda estrellilquia anoche, hizo hasta una ronda de chistes subidos de tono ¡y acabaron contratándolo como animador! Al final resultó ser su noche."