Literalmente significa boina, pero en el País Vasco también se usa con orgullo para describir cuando alguien es puro vasco de pura cepa y hace cosas bien a su manera.

"Ese chaval hizo una tortilla de patatas perfecta, ¡le ponemos la txapela!"

Originalmente es la boina típica vasca, símbolo muy reconocible de la cultura euskaldun. En plan coloquial se usa para hablar de alguien muy vasco, de los de toda la vida, orgulloso de su tierra y sus costumbres. Vamos, de esos que llevan la txapela en la cabeza o al menos en el corazón, aunque vayan en sudadera.

"Ese Jokin es un txapela total, si hay partido del Athletic deja plantada hasta a la amama por ir a la taberna con la cuadrilla a gritar aupa Athletic a pleno pulmón"

Literalmente es una boina típica vasca, pero en plan coloquial se usa para hablar del que destaca a lo bestia en algo, como un campeón absoluto. De ahí viene también txapeldun, que es el que lleva la txapela por ser el mejor. Es una palabra muy nuestra y suena a fiesta, sidra y aplausos largos.

"En el campeonato de levantamiento de piedra, Aitor reventó el récord y el pueblo entero gritaba que era un txapela mientras la abuela le preparaba otro pintxo de tortilla."

Literalmente es una boina típica vasca, símbolo muy reconocible de la cultura de allí. En plan figurado se usa para hablar de quien va siempre por delante, el que manda en algo, el que gana o el que tiene más nivel. Cuando alguien se lleva la txapela es que ha quedado primero y se nota que va sobrado.

"En el torneo de mus pensábamos que íbamos finos, pero el abuelo de Iñaki se llevó la txapela otra vez y nos dejó contando piedras en el bar."

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