Se usa para hablar de alguien que vive encendido, que salta por cualquier cosa y anda siempre a punto de explotar, como cilindro de gas maltratado en cocina de pueblo. Es esa persona que uno mira y piensa mejor no lo pico porque arma la de Dios. Y hay que admitir que la comparación con el gas tiene su gracia peligrosa.
"Parce, no provoque a Diana en la reunión, que esa vieja es más propano que cilindro en parranda de San Pedro y termina tirando la mesa y gritándole hasta al árbitro del tejo."