Forma muy murciana y de andar por casa de decir trueque o intercambio, casi siempre entre colegas o familia. Suena a trato informal, de esos de confianza, donde se cambia algo por otra cosa sin darle muchas vueltas. Es como cerrar un negocio en pequeño, con risas, regateo suave y un poco de picaresca sana, que siempre anima.
"Oye, Pepe, ¿hacemos un troque? Te doy los tomates del huerto de mi agüela y tú me pasas esa camiseta del Barça y las birras que tienes escondidas en la nevera."