Se usa para decir que alguien se va de fiesta con todo, sin freno y con puro desmadre, como si el perro fuera el cómplice oficial de la parranda. Es de esas frases que suenan raras si no eres de por acá, pero cuando la agarras cariño ya no la sueltas. Y la neta tiene su encanto fiestero.
"Ya cobré la quincena, así que vete alistando porque hoy sí vamos a tocar con el perro hasta que amanezca en el malecón, sin miedo al lunes."