Se usa para decir que alguien cambia de opinión a cada rato, como si estuviera probando un tipo de mole distinto cada cinco minutos. Hoy quiere una cosa, mañana otra, y al rato ya ni sabe qué quería. Es muy de Tlaxcala y suena a burla cariñosa, aunque también puede traer su veneno cuando ya desespera.
"No le hagas caso al Toño, es bien tipo de mole, ayer juró que iba a la fiesta y hoy ya salió con que mejor se queda viendo la novela con su abuelita."