En Sonora se dice tibiero a la persona que nunca se decide por nada, que siempre está entre que sí y que no, como si trajera el cerebro asoleado y medio derretido. No es que sea mala onda, solo que le cuesta un chorro tomar decisiones. Y la neta a veces desespera, pero también tiene su gracia.
"No le pidas a Juan que escoja la carne para la carne asada, el vato se queda tibiero viendo el refri y al final terminamos cenando maruchan."