Se usa cuando alguien se pasa de lanza, exagera durísimo o hace algo tan descarado que ya raya en lo ridículo. Puede ser porque mintió, porque se pasó de abusivo o porque hizo una locura épica. Es como decir que se pasó de la raya, pero con sabor bien mexicano y, la neta, suena bastante sabroso.
"Güey, te la bañaste cobrando quinientos varos por llevarme a la esquina, ni que fueras Uber de lujo con aire de Las Vegas."