Se usa para burlarse con cariño de un niño o chavo que es bien miedoso, que se espanta con cualquier cosa y siempre anda sacado de onda. Es como decir que es bien sacatón, que todo le da cosa y prefiere mejor no meterse en broncas. Suena regañito, pero también tiene su toque de carrilla divertida.
"No manches, nomás ladró el perro del vecino y el Toñito salió corriendo a esconderse detrás de su mamá, qué chamaco asustado, si el perro ni dientes tiene"