Exclamación muy versátil que se suelta cuando algo sale mal, te llevas un susto o te entra la rabia de golpe. Sirve igual si te pillas el dedo con la puerta, si se te quema la paella o si el banco te cobra una comisión sorpresa. Es como un taco suave pero con mucha alma, y la verdad es que suena bastante gracioso.
"Estaba todo el día preparando la paella para la familia y va mi primo, se tropieza, la tira al suelo y yo solo atiné a gritar: ¡puñeta, macho, si es que no se te puede sacar de casa!"