En Cusco se usa pesacuy para hablar de la gente que se sienta a mirar, chismosear y comentar la vida ajena como si fuera novela. Es ese arte de meter las narices donde nadie te ha invitado, pero con calma, desde la banca, con su bebida y harto comentario venenito. Y hay que admitir que a veces es entretenido.
"Vamos a la plaza a hacer pesacuy, causa, tú llevas el matecito y yo pongo el chisme fresco de todo el barrio de San Blas"