Una fiesta gigantesca donde el ron y el tambor nunca se acaban. Aquí descansas bailando, porque hacer otra cosa te cansa más.
"Este fin de semana hay una parranda en casa de Juan. El que llegue hablando de trabajo paga la primera ronda."
No es queja, pero esta palabra se refiere a una fiesta descontrolada con música para parrandear y olvidarte de los problemas.
"Anoche estuvimos en una parranda tan buena, que hasta el loro del vecino vino a meterle sazón."
Tremendo jolgorio con música, amigos y ron, una rumba que puede durar días en algún rincón del Caribe colombiano.
"No pude llegar al partido porque me quedé dormido después de la tremenda parranda de ayer en casa de Juano."
En Falcón una parranda es un rumbón brutal, de esos que arrancan con cuatro birras y terminan con medio barrio cantando gaitas o vallenato a grito pelao. Es fiesta larga, desordenada, con baile, chisme, sancocho de madrugada y gente durmiéndose donde caiga. Básicamente, una celebración que se va de las manos, pero sabroso.
"Muchacho, esa parranda en la casa de la tía Chana estuvo tan brava que amanecimos bailando en la azotea y el vecino terminó abrazado a la corneta en pleno Punto Fijo."