En Cantabria, parbar es el arte no reconocido de repetir la misma historia una y otra vez en la sobremesa, sobre todo cuando ya van unas cuantas rondas de orujo y la lengua se suelta. Es como un bucle de batallitas que todos se saben de memoria, pero que el protagonista cuenta como si fuera la primera vez. Y tiene su encanto, la verdad.
"Sacamos los sobaos, corrió el orujo por la mesa y el tío Ramón empezó a parbar otra vez con la pesca del salmón gigante, mientras todos nos mirábamos pensando que nos sabemos hasta el color de las botas que llevaba aquel día."