Se usa en el Maule para hablar de alguien muy querido, apapachador y cariñoso, de esos que son grandes en corazón, simpatía y buena onda. Es como comparar a la persona con una olla enorme donde siempre cabe uno más para comer, reírse y pasarla bien. Y la verdad, gente así se agradece un montón.
"El tío Juan es un grande de olla, llega a la casa con pan amasado, reparte abrazos a todo el mundo y termina contando la misma talla de siempre, pero igual nos morimos de la risa."