Se usa para decirle a alguien que deje de hacerse el importante, el delicado o el cheto cuando en realidad es uno más del montón. Es como un tirón de orejas cariñoso para bajarlo a tierra y recordarle que acá la humildad y la sencillez pesan más que cualquier pose rara, y la verdad es que tiene su encanto.
"Che Juan, no te hagás el fino y vení a darle una mano a la abuela con las empanadas antes de que se enoje y te las coma todas el perro del vecino"