Se usa para regañar a alguien que anda haciendo desmadre, tonterías o puro relajo sin sentido, sobre todo si ya está molestando o poniendo en riesgo algo. Es como decir que deje de hacer ruido, de estar de imprudente y de armarla de tos por gusto. Suena regaño de mamá hidrocálida, pero con cierto cariño escondido.
"Oye, chamaco, deja de aventar los cojines y brincar en el sillón, ya no hagas choya que vas a tirar la tele y luego ni llorando compones nada"