Expresión muy usada en Caldas para hablar de cuando alguien se queda dormido donde no toca, sobre todo en el trabajo, en clase o en plena reunión seria. Es como decir que el sueño te ganó la batalla y caíste rendido. Suena gracioso, pero también lleva la pullita de que estabas haciendo lo que no debías.
"Parce, me puse a revisar unos correos después del almuerzo y terminé matando el canario en plena reunión con el jefe, casi me pilla roncando"