Se usa para decir que alguien tiene un cuerpo muy atractivo, bien marcado o muy trabajado, como de gimnasio o de modelo. Es bastante piropera y va más a lo físico que a otra cosa, así que ojo al contexto para que no quede baboso. Pero bien usada, levanta el ego de cualquiera y arranca sonrisas.
"Amiga, ese flaco que conociste en el boliche tiene un lomazo tremendo, parece que vive en el gimnasio y solo sale para romper corazones."