Se usa para describir a alguien que ya trae alcohol en la sangre, anda contento, suelto de lengua y medio risueño, pero todavía sin llegar a la borrachera épica. No va haciendo desfiguros, solo se le nota el ambiente. Es ese punto sabroso donde ya vas ligerón y todo te da risa.
"Fuimos por unas chelas al malecón y el Chuy salió bien ligerón, saludando hasta al perro del vecino y diciendo que iba a invitar las tortas a todo Colima."