Expresión costeña que se usa cuando alguien queda tragado, embobado o todo bobo por otra persona, mirándola con cara de cachorro hambriento frente al asador. Es como decir que está tan enamorado que pierde la dignidad y se le nota a kilómetros. Y la verdad, a veces da ternura y risa a la vez.

"Desde que conoció a Juliana, el man se la pasa lamiendo el dedo cada vez que ella aparece, queda todo bobo, con sonrisa de arepa echa' al carbón y ojos de perro pidiendo butifarra."

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