Despedida muy campechana y cachonda, típica de gente de pueblo que se va pero dejando buen rollo. Se usa cuando te largas de una situación con humor, como diciendo que igual no vuelves, pero sin mala leche. Es de esas frases que suenan a bar, sobremesa larga y risas con gente de confianza.
"Cuando vi que sacaban la botella mala de vino de brick dije, bueno criaturas, yo ya he cumplido por hoy, hasta luego, Maricarmen, y salí del bar como si fuera una estrella de cine de Albacete."