En Río Negro se usa para decir que alguien arma demasiado escándalo por una pavada, como si fuera el fin del mundo. Es exagerar la crítica o el drama, meter ruido al pedo cuando el tema es mínimo. Básicamente es agrandar todo al cuete, y hay que admitir que a veces es hasta entretenido verlo.
"Dale, Juan, no le hagas tanto bombo a que se cortó el wifi cinco minutos, parecés conductor de programa de chimentos en temporada baja."
Se refiere al acto de hablar o hacer historia sobre un encuentro romanticón o ligue que prometía descubiertas estelares, pero acabó siendo más decepcionante que churros sin azúcar.
"Carlos le hace bombo a su cita con el dj famoso del Razzmatazz, ¡pero ni beso hubo y ya lo cuenta como una boda real!"
Utilizado para describir la habilidad innata de alguien para marcarse como más grande que un evento tipo heróico cuando realmente ha sido rutina de bajo calibre. Es como hacerle fiesta a una siesta en el sofá.
"El Paco va diciendo que ayer salvó a un gato en apuros, ¡pero solo le dio mortadela y ahora lo vende como si fuera accionando en Hollywood!"
Es cuando alguien habla maravillas de un plan que claramente va a salir como las bicicletas en Japón: cuesta arriba. Generar expectativa sobre algo prometedor pero imposible.
"Mira al Sergio, le está haciendo bombo al proyecto de llevar carros voladores a Benidorm. ¡Cómo se nota que es otra de sus fumadas legendarias!"