Se usa cuando alguien habla demasiado formal, todo correcto y fino, como si estuviera dando un discurso frente al presidente. Es ese pana que en vez de soltar la plena se pone modo celestial y educadito. En Los Ríos suena medio chistoso, porque uno está en confianza y el otro sale con palabras de misa. Y hay que admitir que a veces da risa.
"Ñaño, deja de hablar en celeste, que no estás en el Congreso. Suelta la plena, ¿te pelaste con la man o solo andas haciendo drama para no venir a la farra?"