Expresión medio irónica para hablar de algo que a primera vista parece tremendo logro o cosa espectacular, pero cuando te acercás te das cuenta de que es bastante normalito o incluso medio choto. Se usa mucho para reírse de triunfos chiquitos inflados como si fueran hazañas históricas. Y hay que admitir que la frase tiene su encanto pueblerino.
"Ganaron un partidito en la liga barrial y ya andan sacándose fotos con la copa en la caja de la camioneta, son una gloria de campo, mañana pierden 5 a 0 en la cancha de ripio del barrio"