Forma graciosa de hablar de una casa o chacra donde crían un montón de cuyes, casi como si fuera producción en serie. Se usa cuando alguien tiene tantos que parece negocio familiar serio, con turno mañana y tarde. En Puno el cuy es casi institución, así que la expresión sale sola cuando ves jaulas por todos lados.
"Hermano, he ido a la casa de la tía Eulogia y parece fábrica de cuy, hay jaulas hasta en el techo y los cuyes chillan más que los vecinos en fiesta patronal."