Expresión bien relajada para pedir un saludo con el puño cerrado, chocando nudillos con la otra persona. Es como un saludo de confianza entre panas, más fresco que dar la mano y menos intenso que un abrazo. Se usa cuando hay buena vibra y camaradería. Y aceptémoslo, queda mucho más bacano que un apretón de manos todo formal.
"Apenas vi al parcero después de tanto tiempo le solté Ey, dame puño y el man llegó todo contento, chocamos los nudillos y armamos la recocha ahí mismo en la esquina."