Se usa cuando alguien está ahorrando con ganas, exprimiendo cada bolívar como si fuera el último. Es esa persona que revisa precios, compara, regatea y evita gastar en cosas que ve como lujo. No siempre es tacañería, a veces es pura supervivencia caraqueña, pero igual da risa ver hasta dónde llega el ingenio.

"Juancho invitó a toda la familia a cenar en su casa para estirar la arruga, porque vio los precios del restaurante y casi se desmaya en la puerta, mi pana salió corriendo directo al abasto a comprar pasta y salsa barata."

Tu cesta: 0,00 € (0 productos)
Imagen del producto

Tu Carrito de Magia

Tu carrito está vacío. ¡Adopta un Magikito!