Se usa para decir que alguien anda llenísimo de cosas por hacer, corriendo de un lado a otro y sin dar abasto, como finca en plena cosecha de café, con gente entrando y saliendo y todo patas arriba. Es muy típica de zonas cafeteras y pinta perfecto ese caos ocupado que a veces hasta hace gracia, aunque uno termine molido.

"Parce, desde que anunciaron la novena en esta casa mi mamá está vuelta un cafetal, corriendo entre la cocina, el mercado y los mil primos que ya se invitaron solos."

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