Cuando un lugar está hasta los topes de gente. Ni una sardina más cabe en la lata.
"Ayer fui a la fiesta de prao y estaba petao, no podías ni mover el codo para beber culines."
En Cataluña se usa estar petao para decir que alguien está llenísimo, a reventar, normalmente de comer pero también puede ser de cansancio o de cosas acumuladas. Es como decir que vas a explotar en cualquier momento. Suele ir con tono de queja, pero también con ese punto de orgullo de haber disfrutado demasiado.
"Tú ves diciéndome que vayamos a por otro menú degustación, pero luego no te quejes cuando esté tan petao que tenga que salir del restaurante rodando como un croquetón gigante."
Cuando un sitio está más lleno que el bolsillo de un pastor extremeño en día de ferias.
"Ayer me fui al bar La Candela y estaba petao, no cabía ni una aceituna."
Cuando algo o alguien está monstruosamente fuerte, tanto que parece que se han pasado en el gimnasio.
"Mira al Dani, tío, desde que va al gym está petao. ¡No cabe ni por la puerta el chaval!"