Se usa para decir que alguien está totalmente desubicado, sin idea de lo que pasa a su alrededor, como un libro en una pollada donde la gente solo quiere pollo, chela y bailar. Es una forma bien criolla de remarcar que la persona no pinta nada en la situación. Y hay que admitir que la comparación es buenaza.
"El profe preguntó de trigonometría y el causa se quedó más perdido que un libro en pollada, mirando la pizarra como si fuera pantalla de cine 4D."