Se dice cuando alguien está al límite, sin margen de maniobra. Si falla una más, se va todo al tacho. También se usa para indicar que estás metido en algo arriesgado.
"Mirá, Juan, estuve toda la noche jugando al truco y ahora estoy jugado, no me queda ni un fichín para el bondi."
En La Pampa se dice estar jugado cuando alguien está sin un peso, al borde del abismo económico o ya entregado a la mala racha. Es como tener la billetera haciendo eco y la tarjeta llorando. También puede usarse para alguien que se metió en un lío grande y ya no tiene mucha salida, aunque a veces se dice medio en chiste.
"Olvidate del asado, estoy tan jugado que si abro la billetera sale un grillo a pedirme laburo, ni para el bondi tengo"
Se dice cuando alguien ya está al límite y siente que no tiene nada que perder, así que se manda sin filtro y sin medir demasiado las consecuencias. Es como estar tan quemado con la situación que te da igual quedar bien o mal. A veces suena trágico, a veces gracioso, pero siempre tiene ese gustito a todo o nada.
"Después de mandar mil currículums y que no lo llamara ni el portero, Diego ya está jugado y cayó a la entrevista en ojotas, bermudas y con olor a asado del domingo."