Se usa para describir a alguien que ha comido tanto que siente que va a reventar, como si fuera un tambor de banda.

"Después del almuerzo en casa de la abuela, estoy hecho un tambor. ¡No me entra ni un alfiler, compadre!"

Tu cesta: 0,00 € (0 productos)
Imagen del producto

Tu Carrito de Magia

Tu carrito está vacío. ¡Adopta un Magikito!