Se usa para describir a alguien que está completamente confundido o actuando de manera caótica, como un torbellino de locura.
"Chamo, cuando el Juancho se tomó esos tres energizantes, terminó bailando en la plaza como si estuviera hecho un peo de loca."
Se usa para describir a alguien que ha perdido el rumbo casi por completo y se comporta como si la lógica hubiera tomado vacaciones indefinidas.
"Este carajo anda hecho un peo de loca, intentando pagar con un mango en vez de un billete."
Se aplica a alguien que se armó un revolú interno y ahora está más desorientado que un camaleón en una tienda de arcoiris, sin saber por dónde tirar ni cómo parar.
"Mira al Luisito, echando gasolina al coche eléctrico... ¡Ese ya va hecho un peo de loca después del carnaval!"