Se usa cuando alguien está cabreadísimo, con un enfado tan gordo que parece que le van a salir cuernos y cola en cualquier momento. No es solo estar mosqueado, es estar a punto de explotar y mandar a todo el mundo a freír espárragos. Y hay que admitir que la imagen mental tiene su gracia infernal.
"Manu salió del partido hecho un demonión porque Raúl le pisó las uvas en la viña, perdió el balón y encima todos se rieron del resbalón monumental."