En Panamá se usa para decir que alguien está al borde del colapso, con los nervios hechos trizas y sintiendo que cualquier cosa más lo tumba. Es como ir en una panga chiquita con olas gigantes y sin chaleco, todo inestable y medio caótico. No siempre es drama total, pero sí estrés del bueno, del que agota el coco.
"Manito, el jefe quiere el informe, la tesis no avanza y encima se dañó el carro, estoy en la panga que si me soplan un poquito más me desbarato"