Se dice cuando alguien anda tomando licor, ya va entonado y está gozándose la rumba con ganas. No es estar borracho tirado, sino feliz, hablador, con el traguito haciendo efecto y el ambiente bien prendido. Muy de parche colombiano, sobre todo cuando el aguardiente está corriendo y nadie quiere que la fiesta se acabe.
"Mirá a Juancho bailando encima de la mesa, ese man está en el guarito desde temprano y todavía pide que pongan otra botella en la mesa del parche."