Se usa para decir que alguien está súper perdido, distraído o que no se entera de nada, como si su mente estuviera metida en lo más hondo de una caña y no viera lo que pasa afuera. Es la típica frase que sueltas cuando el pana está en la luna total, y la verdad es que suena bastante graciosa.
"María me preguntó por tercera vez dónde está el baño de mi casa... esa chama de verdad está en el fondo de la caña."