Se usa cuando alguien se pone muy pesado exigiendo algo, apretando tanto que parece que te esté pasando factura. Es como cuando un colega se cree capo y no para de insistir hasta que cedas. No es literal de mafias de peli, pero la sensación de agobio es la misma y tiene su gracia usarlo así.
"Tía, deja de estar de mafia con lo de ir al gym, que bastante tengo ya con madrugar para currar en agosto en Valencia a cuarenta grados."