Expresión que indica estar muy contento o satisfecho con algo, al punto de casi no caber en uno mismo de la alegría.
"Después de que le regalaron el choripán gigante, Juan estaba chocho; se le notaba en la sonrisa boba."
Se dice cuando alguien está muy contento o satisfecho, como en una nube de felicidad.
"Desde que Pepe se compró la moto, anda todo el día chocho como perro con dos colas."
Se dice de alguien que está despistado o medio loco, como si se le hubieran ido un par de tornillos.
"El abuelo está tan chocho que el otro día intentó encender la tele con el control del aire acondicionado."
Significa que alguien está muy feliz, tan contento que parece desbordado de alegría.
"Después de aprobar el examen, Juan estaba chocho; parecía un pibe con juguete nuevo."
En Argentina se usa para decir que alguien está muy feliz, re contento, casi explotando de alegría y orgullo. Suele aparecer cuando pasa algo muy bueno en la familia, en el laburo o con algún logro personal. Es una forma cariñosa y bien cotidiana de remarcar que a la persona se le nota la sonrisa hasta en la nuca.
"Desde que le dieron el ascenso, el viejo está chocho, va al laburo silbando y hasta le invita facturas a todo el mundo en la oficina."
Cuando alguien está más contento que perro con dos colas, a punto de reventar de felicidad y parece que nada le puede arruinar el día.
"Después de recibir sus notas, Juan estaba tan chocho que hasta le dio un abrazo al profe de matemáticas. ¡Parecía que había ganado la lotería!"
Cuando alguien está extraordinariamente feliz, tan contento que parece que le chispea el alma. Como si se hubiera ganado la lotería o encontrado un billete de quinientos en un pantalón viejo.
"Desde que Juan se ganó el sorteo de asado gratis por un mes, está chocho con la vida, no para de sonreír."