Expresión muy usada en Hidalgo para decir que ya andas sin lana, que el dinero se esfumó y ahora toca apretarse el cinturón a la fuerza. Es como ponerse a dieta pero por culpa de la pobreza, no porque el cuerpo lo pida. Suena chistoso, pero cuando te toca de verdad no tiene nada de gracioso.
"No manches, desde que pagué la renta y el abono del celular ya entré en el ayuno, ando sobreviviendo con frijolitos, tortillas duras y agua de la llave bien fría."