En Perú huevón es un clásico todoterreno. Puede ser insulto para decir que alguien es tonto, lento o perezoso, pero entre amigos también suena casi cariñoso, como decir colega o pata. Todo depende del tono y la confianza. Eso sí, no deja de ser groserillo, así que mejor no usarlo con tu jefe o con la suegra.

"Oye huevón, deja de hacerte el loco, cambia esa cara de zombie, báñate y vamos a la playa antes de que se llene de gente y no encontremos ni dónde tirar la toalla."

En Mérida huevón no siempre es insulto, muchas veces es cariño. Se usa para hablar del pana de confianza, ese al que le sueltas el chisme más oscuro y sabes que no va a soltar ni media. Es como decir que es muy cercano y leal. Eso sí, dicho con tono pesado sí puede sonar medio ofensivo.

"Marico, la Jeannette me gusta burda y solo se lo conté al Carlos porque ese huevón es serio, no va a ir con el chisme por toda Mérida."

Palabra comodín del chileno: puede ser amigo, desconocido, pesado o simplemente alguien cualquiera, según el tono. A veces es casi cariñoso, otras es insulto directo tipo tonto o idiota. Es muy informal y se usa a cada rato en la conversa diaria, aunque delante de gente muy seria igual mejor guardársela.

"Oye huevón, anoche te rajaste temprano de la junta y justo después se armó el carrete más brígido del año, te lo perdiste entero."

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