Se usa cuando alguien por fin se alinea, obedece o se comporta como le están pidiendo después de un buen regaño o de mucha presión. Es como decir que ya dejó de hacerse el rebelde y ahora sí sigue las reglas, aunque sea a regañadientes. Y la neta, a veces entrar en cintura evita muchos dramas innecesarios.
"Al principio el vato llegaba tarde, hacía desmadre y ni caso, pero después de que el jefe casi le truena los dedos, entró en cintura y ahora hasta llega diez minutos antes."