Expresión bien costeña para cuando alguien por fin cae en cuenta de algo que estaba en toda la cara, pero que no pillaba ni a palos. Es como decir que ya entendió la jugada, el chisme completo, lo que estaba pasando por debajo de cuerda. Y sí, cuando por fin entiendes el chirri, a veces da risa y a veces da rabia.
"Llevaba meses creyendo que el man era un santo y de repente entendí el chirri: el tipo tenía otra novia en Barranquilla y yo era la que estaba pintada en la pared."