Se usa para hablar de alguien que se hace el valiente, el macho o el importante, como si fuera un gaucho de película, pero en realidad no es para tanto. Es una mezcla de fanfarronear y hacerse el duro. A veces se dice con cariño, a veces con sorna, según el tono y la confianza que haya.
"Mirá al Nico haciéndose el gaucho porque mató una cucaracha, y ayer casi se desmaya cuando vio una vaquita de San Antonio"