Se usa para decir que hay que prepararse mentalmente para un día brígido, de esos pesados y llenos de pega, como la vida misma de los mineros del norte. Es como ponerse en modo aguante total, sin lloriqueos y con harto ñeque. Y la verdad, suena tan épico que hasta dan ganas de trabajar.
"Hermano, hoy hay reunión con el gerente, cierre de mes y turno extra, así que a ponerse la capa de minero y aguantar el pique sin andar alegando."