En Monagas encandilarse es quedar pegado mirando algo o alguien porque te dejó loco, como si te hubieran apuntado con un reflector en plena cara. Puede ser por un amorcito nuevo, por alguien que te parece bellísimo, por un chiste que te mató de la risa o por una empanada gigante que huele brutal.
"Desde que probó las empanadas de cazón de la esquina, Luis anda encandilado y cada vez que cobra se va directo pa’ allá a comerse mínimo tres."
Cuando te quedás medio bobo, atontado o emocionado por algo que viste, sobre todo si es una persona bonita.
"Anoche en el bailongo me encandilé mal con la chica del vestido rojo, ¡casi me olvido dónde estaba!"