Se usa para decir que alguien se quedó dormido de una forma tan brutal que prácticamente se desconectó del mundo. Es como una siesta ninja que te ataca sin avisar y te deja tirado a lo muerto en el sofá o en la cama. Suena exagerado, pero justo ahí está la gracia de la expresión.
"Parce, llegué del camello, me tiré en el sofá a ver una serie y terminé echándome un pastalazo tan berraco que amanecí con un ojo abierto y el otro en Cundinamarca."