Forma tierna y cariñosa que se usa en Santiago para hablarle a amigos, parejas o gente con mucha confianza. No va necesariamente por el peso de la persona, es más un apodo regalón, medio pegote y muy chileno. Eso sí, mejor usarlo solo con quienes sabes que no se van a ofender, porque igual puede ser delicado.
"Oye gordis, termina luego la pega y vamos a tomarnos unas chelitas con empanaditas en la esquina antes de que se llene la micro."