Expresión coloquial usada para decir que alguien va a hacer una visita rápida, como 'dar una vuelta corta'. También se usa como excusa para salir un rato de casa.
"Pana, voy a echar un timbrecito por la playa y regreso en un ratico. ¡No me tardo!"
Se usa en Santiago del Estero para hablar de una siesta corta pero poderosa, de esas que te dejan nuevo aunque duerman veinte minutos. Es como decir que te desconectás un rato, tocás tu timbre interno y te vas directo al modo descanso total. Y la verdad, con el calor santiagueño, esta expresión tiene todo el sentido del mundo.
"Che, después de clavarme ese locro al mediodía me fui al fondo, eché un timbrecito de media horita y volví fresquito como para seguir guitarreando hasta la noche."